6 claves para aprender a interpretar el electrocardiograma
En general cuando un estudiante se enfrenta al aprendizaje del electrocardiograma, y comienza a ver los trazados electrocardiográficos la palabra que lo define es TEMOR O MIEDO, por creer que no va a ser capaz de entenderlo.
Cuando
esta interpretación tiene delante a un paciente que espera un
diagnóstico el término para el estudiante o el profesional sanitario
novel se convierte en PÁNICO.
¿Por qué sucede esto?
Una
de las causas más evidentes es porque se enseña de una manera
fotográfica, no explicando el porqué del origen de cada una de las ondas
que componen un ciclo cardíaco P-Q-R-S-T, ni de las anomalías que en las distintas enfermedades que afectan al trazado electrocardiográfico. Es decir, en las Facultades de Medicina y otras Ciencias de la Salud se exponen muy frecuentemente sin más imágenes modélicas de trazados electrocardiográficos,
frecuentemente dibujos o esquemas, que difieren de la realidad de los
trazados electrocardiográficos que los pacientes realmente presentan.
El aprendizaje exclusivamente fotográfico del electrocardiograma
(memorizando imágenes) de modelos ideales tiene el inconveniente de que
frecuentemente el trazado del paciente no se ajusta a esos modelos, y
entonces se tiene un problema de identificación del trazado.
Por ello, hay que aprender sobre electrocardiogramas de casos clínicos
reales si bien los modelos y esquemas son básicos para aprender a
deducir cómo se originan los trazados. La electrocardiografía deductiva
debe ser por tanto la forma de aprendizaje inicial y posteriormente la
visión y lectura de electrocardiogramas reales nos permitirán comprobar
la variabilidad visual de los modelos aprendidos. Con el hábito
reconoceremos imágenes variadas pero que sabremos a qué se deben.
1. Afrontar el electrocardiograma mediante una lectura sistemática
Como
todas las demás exploraciones complementarias en Medicina, el
electrocardiograma requiere una lectura sistemática para detectar la
existencia de una o varias anomalías. La simple visualización de lo que
resulte más evidente o llamativa nos puede hacer perder otras
alteraciones quizás más importantes. Por tanto, sigamos un orden.
2. Saber diferencial lo normal de lo anormal en un trazado electrocardiográfico
El
electrocardiograma no es más que una imagen fotográfica de la actividad
eléctrica del corazón. Cada paciente tiene una imagen distinta, su
propia imagen de normalidad. Por tanto, hay una amplia gama de trazados
normales que siguen un determinado estereotipo, que es preciso
reconocer. Solo reconociendo lo normal podremos diagnosticar lo
patológico.
3. Interpretar al paciente, no solo a su electrocardiograma.
EL
electrocardiograma es una exploración complementaria más y como tal
debe interpretarse en el contexto clínico del paciente. Cuando un médico
residente me pregunta ¿este electrocardiograma es normal? Siempre
respondo, veamos al paciente. Un electrocardiograma normal no descarta
que el paciente tenga una patología cardíaca. Muchos infartos agudos de
miocardio cursan sin alteraciones electrocardiográficas. Por tanto, no
diagnostiquemos el electrocardiograma sino al paciente.
4. Conocer el origen de cada onda y cada una de sus desviaciones patológicas
Es
esencial conocer la morfología y demás características de las ondas,
espacios y segmentos que configuran cada ciclo cardiaco (P-QRS-T) y por
qué se altera cada una de estos elementos:
La
onda P se altera por problemas en la aurícula. Puede estar crecida
(aumento de voltaje y/o duración) o “loca” por fibrilación auricular, la
arritmia más frecuente y la que más tendencia tiene a hacerse crónica.
El
complejo QRS se altera por problemas en los ventrículos. Aumenta de
voltaje en la hipertrofia (crecimiento), de duración en los bloqueos de
rama y de morfología en el infarto de miocardio. Su alteración se ve
reflejada en alteración de la onda T.
La
onda T, siempre positiva excepto en aVR. Se altera siempre que está
alterado el complejo QRS (hipertrofia ventricular, bloqueo de rama), en
la isquemia coronaria, y en los trastornos del potasio.
Las
alteraciones del segmento ST indican en general isquemia coronaria si
son localizadas o patología pericárdica si son extensas.
5. Reconocer los grandes síndromes electrocardiográficos potencialmente vitales
Hay
determinados trazados en el electrocardiograma que nos indican que el
paciente aun estando asintomático en el momento de realizar el
electrocardiograma puede tener un riesgo vital. El reconocimiento de
estos síndromes requiere pensar en ellos. SI uno no sabe lo que debe
buscar, difícilmente los encontrará. Por ello, es necesario siempre
estar alerta ante ellos.
Los
principales y comentados en la Obra son el síndrome de Brugada y el
Síndrome de Wellens. En el primero el paciente tiene riesgo de presentar
una taquiarritmia ventricular grave que conduzca a la parada cardíaca y
en el segundo presenta una lesión coronaria grave que igualmente podría
acabar con su vida.
6. Saber realizar un electrocardiograma.
Yo
recomiendo a los estudiantes que al iniciar el aprendizaje del
electrocardiograma realicen algunos trazados tutorizados por el personal
de enfermería. Si nunca has hecho un electrocardiograma a un paciente y
no has visto las modificaciones del trazado con la diferente colocación
de los electrodos, no sabrás interpretar éstas como consecuencia de una
inadecuada colocación de los electrodos (especial atención a V1-V2).
Hablar con los pacientes, decirles lo que vas a hacer, para qué sirve la
prueba, tranquilizarlos, aplicar los electrodos en el tórax y en
extremidades, manejar el electrocardiógrafo, ver correr el papel con el
trazado dibujándose es una experiencia que ayuda a entender el origen
del trazado y la importancia de la técnica de realizarlo.
ORIGEN DE LA OBRA
Aprender a Interpretar el electrocardiograma es el resultado de años de docencia del autor como profesor asociado en su Facultad de Medicina de Córdoba. Con
un feedback constante con el alumnado, que evaluó positivamente su
labor durante repetidos años, es un compendio de material docente
repetidamente modificado y actualizado para ser lo más asequible
posible. Los repetidos encuentros del autor con sus alumnos, ya
convertidos en médicos, quienes le comentaron que aún conservaban los
apuntes tomados en clase y que los seguían utilizando como guía de
consulta para interpretar el electrocardiograma, le animó a publicar la
Obra.
LA UTILIDAD DE LA OBRA PARA LOS PROFESIONALES DE ENFERMERÍA
Los
profesionales de enfermería en España, salvo excepciones, se han
limitado a realizar el electrocardiograma sin realizar a tiempo real una
interpretación inicial del mismo. Parece que es cosa de médicos al ser
una exploración diagnóstica exclusiva del médico. Personalmente
considero que la interpretación básica del enfermero/a que realiza un
electrocardiograma a tiempo real es una garantía de calidad para
realizar un diagnóstico precoz y certero de determinadas patologías. Es
una competencia que debe empezar a considerarse dentro del ámbito
enfermero. Ello redundará en un diagnóstico aún más precoz de patologías
vitales.
Por ello esta Obra es recomendada para los profesionales de enfermería y otras Ciencias de la Salud.
Dr. F. Javier Montero Pérez
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